Cansado de la venda generada por la situación de Catalunya. Cansado de la política de escasos caracteres y del día a día. Cansado de ver la pobreza consolidada en un gran número de habitantes. Cansado de ver la inconsistencia de la política de sistemas estratégicos europeos de comunicación (corredor mediterráneo) Murcia, Valencia, Castellón, Tarragona, Teruel, Zaragoza. Cansado de ver un nacionalismo ciego en la Unión europea que no impulsa el desarrollo extremeño hacia su puerto natural de Lisboa. Cansado de ver la burla de la política energética y su relación con una política medioambiental. Cansado de ver la burla de la movilidad ciudadana y de la movilidad rural. Cansado de ver la toma de posición favorable a la oligocracia internacional, de la que forma parte la nacional. Cansado de ver la permisividad con la corrupción y los privilegios fiscales. Cansado de ver premura en perseguir unas cosas y eternizar otras.
Recopilo el conjunto de mis comentarios relacionados con el Derecho a decidir (tomar una determinación sobre algo), la soberanía (autoridad en quien reside el poder), el modelo de estado (forma de gobierno hereditario o electo y limitado), el modelo de organización del territorio, el modelo de financiación.
La unidad de la nación, el nacionalismo burgués, el independentismo, la monarquía, etc. son organizaciones de las que se dota la sociedad y que sus cambios o su continuidad requieren del acuerdo soberano.
En el siglo XIX se inventa La nación es un concepto de la burguesía que sirve para reclamar la capacidad jurídico-política basada en la soberanía (económica, cultural, popular) en distintos períodos. La estructura argumental se asocia a las características de organización social y cultural en un territorio dado.
Pero la base de la Nación es la reserva de un territorio para una clase dominante que abre o cierra fronteras y mercados en función de sus intereses.
Si el nacionalismo catalán, corso, flamenco, … son absurdos con la globalización en un momento histórico en que caen la fronteras o se destruyen con las armas (África y Asia)
¿Entonces qué sentido tiene la pervivencia de los Estados en la Unión Europea? El negocio de las naciones burguesas del XIX está periclitado.
Si ese modelo está agotado que impide un concepto más laso de la Europa de los pueblos con estados nacionales reconocidos como Eslovaquia (5,5) Irlanda (4,6), Croacia (4.300.000), Lituania (2,8), Letonia y Eslovenia (2.000.000 habitantes), Estonia (1,3) Luxemburgo ((583.000 habitantes), Malta (22.000 habitantes). Todas esas naciones estado son menores por tamaño demográfico a la comunidad de Madrid, a la comunidad andaluza, a la comunidad valenciana o a la comunidad catalana.
Y que nadie me hable de España antes del XIX pues el escudo constitucional desde 1981 recoge las armas del reino de Castilla y León, del reino de Aragón, del reino de Navarra, el escudo de los Borbones y el reino de Granada. Un monarca hereda por vía cuna, por vía matrimonio amplia sus dominios, por vía de las armas conquista un pueblo. Eso no es soberanía popular.
El primer censo de población de España data de 1857. Es decir a día de hoy 160 años.
Se habla de Unión Europea. Es curioso no hay un censo de la Unión. Es curioso existe el derecho a abandonar la Unión pero a los demás europeos no se nos ha consultado sobre el ejercicio de la soberanía británica.
Las contradicciones son múltiples la libertad de movimientos en la Unión está cuestionado por la mayor parte de los estados, la limitación de derechos humanos es creciente en los miembros de la Unión.
Hay que salir del impacto mental padecido por la izquierda política a raíz de la caída del muro y repensar en que consiste un planteamiento universal que permita la convivencia de las sociedades sin necesidad de alimentar el negocio de unos pocos en perjuicio de la mayoría.