España 1968 a 1975 (Mi memoria histórica)

No habíamos sido derrotados en la guerra, pero los pilares del franquismo y sus herederos consideraban que eramos parte de los vencidos. O lo que era peor eramos las crías de sus víctimas.

Transcurría el año 1968, pequeños grupos de jóvenes estudiantes de enseñanza media de Madrid nos preocupábamos por la educación que estábamos recibiendo. Inicialmente este fenómeno se produjo entre estudiantes de los institutos San Isidro, Isabel la Católica y Beatriz Galindo, extendiéndose a otros centros de enseñanza de Madrid y de otras provincias a partir de entonces.

Los estudiantes nos fuimos organizando en la Unión de Juventudes Comunistas de España y promovimos con personas de otras organizaciones la constitución de una organización más aglutinante de otras ideas y más sociopolítica, como se decía entonces, denominada la Unión Democrática de Estudiantes de Enseñanza Media UDEEM.

Como es evidente los citados jóvenes habíamos nacido en un país, que vivía sometido a la Dictadura del Generalísimo, sustentado por sus tres grandes pilares (la mayor parte de la iglesia católica, una parte muy significativa del ejército y la burguesía más antiliberal) que habían promovido el golpe de estado de 1936 contra el gobierno democrático y legítimo de la II República española.

Aunque ya habían transcurrido 32 años de la rebelión contra los españoles el régimen ilegítimo seguía sistemáticamente maltratando a todo tipo de oposición, que en unos casos fue tiroteada, que en otros fue detenida y torturada dejando secuelas físicas y psíquicas importantes o, puntualmente, desterró o sancionó con expulsiones y multas de elevada cuantía.

Todo ello fue bendecido por el Estado teocrático del Vaticano y los países democráticos de la OCDE que solamente parecían reaccionar o hacía un simulacro ante burradas de gran impacto internacional.

El 30 de abril de 1967 presentaron su primer escrito reivindicativo en Presidencia de Gobierno las Comisiones Obreras Juveniles. En el mismo año se constituyó el Sindicato Democrático de Estudiantes Universitarios de Madrid (SDEUM).

Además en el año 1968 se produjeron en el mundo una serie de acontecimientos de gran impacto internacional con la ofensiva del Tet en Vietnam, el comienzo de la primavera de Praga, la explosión del movimiento estudiantil que unificó su denominación como Mayo del 68 en Francia, en Alemania, en Italia, en Estados Unidos y en otros países occidentales que pretendía dejar atrás el lastre de la II guerra mundial.

Una gran conmoción la produjeron los tanques soviéticos entrando en Praga y arrasando el conocido como socialismo de rostro humano, que había iniciado su tímida andadura en la Checoslovaquia de A. Dubcek y de Sbovoda.

Fue una especie de revulsivo y la demostración de que la lucha por la libertad de los pueblos contaba, al menos, con dos grandes enemigos el imperialismo yanqui y el soviético, ambos amparados por su inmenso poderío militar. Estos fueron algunos de los hechos que desencadenaron la movilización y la organización de quienes no habíamos vivido, en carne propia ninguna de las guerras, pero que si padecíamos sus consecuencias.

No queríamos ser héroes, queríamos expresarnos libremente. Queríamos decidir nuestro futuro.

Cuando termino de escribir estas líneas, compruebo la vigencia de querer decidir libremente en todas sus dimensiones. También compruebo que los de siempre quieren limitar mi derecho a decidir.

Publicación Instituto San Isidro portada 1969

Los pequeños grupos de jóvenes estudiantes de enseñanza media de Madrid sufrimos en nuestras carnes la represión de la policía política (Brigada Político Social) en el estado de excepción decretado en enero de 1969. No puedo precisar si fue la primera de las detenciones de estudiantes de bachillerato de la dictadura. No tengo constancia de otra en esa época.

Fuimos detenidos algunos en nuestra casa y otros en el Instituto San Isidro de Madrid. La redada comenzó a partir de la noche del 10 de marzo de 1969 (Lorenzo V), por la mañana del 11 de marzo (Marcel C y yo), y continuaron posteriormente las detenciones de (Santiago L, José Manuel L, Rubén V, Luis S, José M). Eramos los temibles comunistas de enseñanza media, el abuelo de la detención era yo, con 17 años, todos los demás eran más jóvenes, algunos tenían 14 años.

La detención en las dependencias de la Dirección General de Seguridad (kilómetro cero de la Puerta del Sol) duró hasta el día 23 de marzo de 1969, cuando finalizó el estado de excepción. Fueron 13 días incomunicados, interminables de interrogatorios y torturas. Cuando el día 23 pasamos a Carabanchel (la prisión destruida), para posteriormente el día 28 estar sometidos a un proceso militar (sumarísimo consejo de guerra) fue un alivio, a pesar de la incertidumbre y la inseguridad. Aún no teníamos edad para ir al servicio militar obligatorio, pero si podíamos estar sometidos a la jurisdicción militar. La tortura la padecimos en nuestras personas, practicada por los miembros de la Brigada Político Social en la Dirección General de Seguridad. El comisario jefe, gran policía político en Madrid era Saturnino Yagüe, que tenía como colaboradores represivos a Delso, Conesa, Gelabert, Sainz y otros cuyos nombres no recuerdo. Pero eran símbolo de odio y de tortura con la que disfrutaban. González Pacheco o Billy el niño no se si participo o no, pero en esta detención no recuerdo su intervención.

Desde la Dirección General de Seguridad fuimos trasladados a la prisión de Carabanchel, solamente los que teníamos cumplidos 16 años (Lorenzo V, Marcel C, José Manuel L, Santiago L, Luis S y yo). En la actualmente desmantelada cárcel de Carabanchel permanecimos hasta el 19 de mayo de 1969, momento en que la jurisdicción militar se inhibió y pasamos a disposición del Tribunal de Orden Público.

Al llegar a la cárcel se nos desnudaba para practicar un chequeo y comprobar que no llevábamos objetos prohibidos. Curioso cuando procedíamos de las celdas de la DGS. Se nos entregaba una manta, un plato metálico, una jarrita metálica y una cuchara. Si teníamos dinero en efectivo había que cambiarlo por vales de cartón para poder comprar en el economato de la prisión.

En la cárcel de Carabanchel se nos hacía pasar un período de «adaptación e incomunicación» en mi caso fue en la 7ª galería. Era una de las que tenía los presos por delitos de sangre, violaciones y delitos graves. Agradezco la colaboración de los compañeros presos políticos de la 3ª y de la 6ª galería que dejaron constancia de su apoyo durante esos días de incertidumbre desde el primer momento.

Posteriormente me trasladaron a la 3ª galería donde estábamos la mayor parte de los presos políticos.,Aunque también había presos políticos en la 6ª galería entre ellos Marcelino Camacho, que pronto fue acompañado por su propio hijo.

La 3ª galería contaba con más de un centenar de presos políticos de diferentes organizaciones políticas (mayoritariamente del PCE) y de Comisiones Obreras, así como algunos miembros de ETA zahar (previa a la V asamblea). Ocupábamos una gran parte de la galería, otra parte era ocupada por presos homosexuales (aplicación de la ley de vagos y maleantes) y de pequeños delitos.

En cada celda estábamos dos presos. En unos casos había somieres independientes y en otros literas. Había una taza de water y un lavabo con agua fría.

La jornada habitual empezaba a primera hora de la mañana con el recuento y distribución en las celdas de una pócima que llamaban café con leche y unas galletas (lo digo por la forma que tenían). Luego bajábamos al patio donde estaban las letrinas, las duchas, dos canastas para practicar baloncesto y unos inmensos muros donde habitualmente jugábamos a pelota mano. Es decir paseo por el patio solo o charlando con compañeros o practica de algún juego. Se podía leer o estudiar, dependías de los libros o material de lectura que te llegaba del exterior o que te facilitaba algún compañero.

Continuaba con la hora de la comida, nefasto rancho carcelario, que podías combinar con lo comprado en el economato. Las tardes se repetía el proceso patio o celda hasta la hora de la cena, momento del último recuento y te cerraban «chapaban» la celda.

Este era más o menos el ritmo cotidiano que se veía alterado por: los días de visita de familiares (dos veces a la semana), las visitas del abogado, una proyección de una película y la misa o las charlas morales.

La visita de familiares era una mera visita en la que te traían comida, ropa y en alguna ocasión dinero, pero no hablábamos con ellos. La causa era que estábamos en huelga de locutorios ya que se grababan las conversaciones.

La comida y ropa la llevaban nuestros familiares y nos la hacían llegar, a nosotros obligatoriamente, en cubos de plástico con una galleta de madera atada en donde se ponía el nombre y apellidos, el número de la galería y el número de preso.

La visita del abogado era la única forma de poder tener una conversación, que te daba información de la familia o del exterior en general. Más adelante también empezaron a grabar las conversaciones con los abogados por decisión policial (nunca por decisión judicial).

La proyección de la película era algo que te permitía distraerte, pero estábamos en la sala de proyección presos políticos y comunes. Por tanto había que ser cauto e ir acompañado al servicio si querías evacuar, pues podías ser violado. A algún compañero (hoy fallecido), recuerdo, hubo que rescatarle.

La Misa o las charlas morales las boicoteábamos, pues en ninguna medida queríamos que se nos adoctrinase por el aparato ideológico que nos había encarcelado.

Esta breve descripción puede parecer sosegada y tranquila. No había alteraciones de la rutina. Excepto cuando se llevaba a efecto un control de las celdas, se forzaba a ir a misa o a las charlas. Eso desencadenaba represalias en celdas de castigo, aislamiento, limitación de comunicaciones y recepción de correspondencia o de comida y de ropa.

En mi caso, como toda la 3ª galería, se nos cerraron las celdas por el boicot a misa y a las charlas morales que desencadenaron una huelga de hambre generalizada. En mi caso duró 5 días solamente bebiendo agua. La interrupción de la huelga de hambre fue debida a la inhibición del tribunal militar y el paso al Tribunal de Orden Público (514/69) que nos puso en libertad provisional.

Después de cuatro meses de libertad volví a ser detenido y procesado. Teóricamente por participar en una reunión en la que era imposible que hubiese estado. Pero así eran las cosas. Detención, alguna bofetada y puñetazos impartidos por los respetables torturadores miembros de la Brigada Político Social. Traslado y puesta a disposición del juez de Orden Público. Nuevo procesamiento (825/69) y de vuelta a la cárcel de Carabanchel.

Fue un año 1969 francamente «aplacado» por la Brigada Político Social del dictador. Para mi tuvo unas consecuencias evidentes desde un punto de vista judicial (Primero un Sumarísimo Consejo de Guerra, reconvertido en un procesamiento por el TOP y en un segundo procesamiento por el TOP), desde el punto de vista carcelario (retirado de mi vida cotidiana durante 3 meses en un año), desde el punto de vista educativo sacado del aula y del instituto de enseñanza media, desde el punto de vista familiar un apoyo incuestionable de toda mi familia, desde el punto de vista social un cariño de todas las personas que me conocían.

 

Antonio Camarero Gea nací en Madrid el último domingo del mes de mayo de 1951, día 27.

Hijo de María Gea Ramos, nacida en Fiñana Almería el 23 de febrero de 1916 y de Felipe Ignacio Julio Camarero Ruanova Maldonado, nacido en Madrid en 4 de diciembre de 1914,

Felipe y María se casaron el 1 de mayo de 1944 y tuvieron 5 hijos vivos.

La primera fue Encarnación nacida en Madrid el 1 de Mayo de 1945. El segundo fue Luis nacido el 15 de septiembre de 1946. Fui el tercero Antonio Camarero. El cuarto fue Manuel nacido en Carabanchel Bajo (anexionado a Madrid en 1948) el 14 de mayo de 1955 y la última Paloma nacida en Madrid el de 1959.

Mis madre falleció en 27 de abril de 1979 en Madrid y mi padre el 24 de febrero de 1981 también en Madrid.

Mi hermana Paloma falleció en Madrid en 1963. Mi hermano Manuel en Madrid en noviembre de 2002. Por último, mi hermana Encarnación en Madrid el 15 de noviembre de 2014.

Tenía menos de dos meses cuando se constituyó el séptimo gobierno de la dictadura (18 de julio de 1951) que duró hasta el año 1956. Entre los miembros de este gobierno destacaba la personalidad de Joaquín Ruiz Jiménez (Ministro de Educación), fundador de la revista Cuadernos para el Diálogo. Rafael Cavestany (ministro de Agricultura hasta 1957) impulsa la concentración parcelaria y el plan Badajoz.

Estudios:

Parvulo en las monjas Nájera de Carabanchel Bajo Madrid.

Primaria en el Centro Cultural de Carabanchel Bajo Madrid.

Ingreso de Bachiller en el Centro Cultural de Carabanchel Bajo Madrid. Aprobado en el Instituto San Isidro el 23 de mayo de 1961

1961-1962. Primero de Bachiller en el Centro Cultural de Carabanchel Bajo Madrid.

1962- 1965. Segundo a Cuarto de Bachiller en el Instituto San Isidro de Madrid.

Septiembre de 1965 suspendo la Revalida.

1966-1967. Revalida de Bachiller Elemental en San Luis Gonzaga (Carabanchel Bajo).

1967-1968. Examen de Revalida de Bachiller Elemental en Instituto Luis Vives de Valencia. Aprobado el 5 de septiembre de 1968.

1968-1969. Quinto de Bachiller Superior en el Instituto San Isidro de Madrid.

1969-1970. Sexto de Bachiller Superior en el Centro de Instrucción Comercial e Industrial de Madrid. Primer año de exención de Religión.

Aprobada la Revalida de Bachiller Superior el 3 de julio de 1970.

1970-1971. Preuniversitario en la Academia ADES de Madrid. El 9 de julio de 1971 apruebo el examen de preuniversitario.

1971-1972. Primero de Filosofía y Letras en la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid.

El Ministerio de Educación y Ciencia me aplica el artículo 28 de disciplina académica y me deniega la matrícula el 16 de octubre de 1972.

De 1972 a 1974 intente seguir los estudios universitarios y hacer el servicio militar obligatorio,

1973 Mayo gracias a mis maravillosos pies planos fui excluido del servicio militar por el Tribunal Médico Militar, cuando ya estaba en Tenerife (Canarias) en el Campamento de Hoya Fría.

1974-1975. Estuve estudiando el Diplôme d’ Études Universitaires Générales en la Université de Pau, Francia.

En 1975-1980 retome mis estudios universitarios de Historia en la Facultad de Geografía e Historia de la UCM.

1983-1984 Presente mi Memoria de Licenciatura y realice los cursos de doctorado en la Facultad de Geografía e Historia de la UCM.

Detenciones, sanciones y procesamientos:

Año 1969 (Estado de excepción en todo el estado desde enero hasta el 23 de marzo.

11 de marzo de 1969 detenido en la clase de Dibujo en el Instituto San Isidro de Madrid por la Brigada Político Social a las 11 horas y trasladado a las dependencias de la Dirección General de Seguridad de Madrid. Permanezco detenido, interrogado y torturado hasta el día 23 de marzo en la DGS.

Puesto por la policía a disposición del Tribunal Militar en la cárcel de Carabanchel el 23 de marzo de 1969, donde permanezco hasta el 19 de mayo de 1969 cuando paso a disposición del Tribunal de Orden Público que me notifica el procesamiento 514/1969, quedo en libertad provisional el mismo día 19 de mayo.

4 de octubre de 1969 detenido de nuevo por la Brigada Político Social, permanezco en la Dirección General de Seguridad 3 días, soy interrogado y a consecuencia de los interrogatorios me producen una hernia inguinal. Se me traslada a las Salesas y se me pone a disposición del Tribunal de Orden Público que me procesa 825/1969 y me envía a la cárcel de Carabanchel. Quedo en libertad provisional bajo fianza el 25 de octubre.

1972 se me sanciona impidiendo el acceso a los campus universitarios aplicando el Reglamento de Disciplina Académica Decreto 8 de septiembre de 1954, aún vigente.

5 de noviembre de 1973 detenido por la Brigada Político Social en un bar junto al metro de Tribunal de Madrid, trasladado por la policía a la Dirección General de Seguridad donde se me notifica una multa expediente de Orden Público 1332. Permanezco dos meses en la cárcel de Carabanchel cumpliendo el arresto sustitutorio por impago de la multa. Me encuentro en prisión el día que comenzaba el juicio del proceso 1001, fecha en que vuela por los aires el coche del Almirante Carrero y se produce una importante redada policial, con el ingreso de un importante número de militantes antifranquistas.

30 de abril de 1974 detenido por la Brigada Político Social en la plaza del Conde Valle de Suchil de Madrid. Se me traslada a las dependencias de la Dirección General de Seguridad donde permanezco hasta el 2 de mayo.

 

Aquí he refundido las páginas de mi Memoria histórica.