Examen preelectoral internacional

Política internacional.

Continente Africano ¿qué dicen de nuestras antiguas colonias? Guinea y Sahára. La primera os silencia por el petroleo y la segunda por las buenas relaciones democráticas con el reino hachemita.

Del resto del continente no hablemos de los errores de nuestra política internacional. Libia, Mauritania. Nigeria. Congo y Zaire, Ruanda y Burundi. Eritrea, Somalia, Yibuti. Kenia. Egipto. Sudán y Sudán del Sur. Chad. Mali. República Centroafricana. Madagascar. Son paraisos de la desestabilización occidental que han acabado con los estados viables. No se si me falta alguno de los desestabilizados.

Que proponen los lideres patrios para ellos o se pliegan a los intereses de quienes no dicen nada más que responden a sus intereses. Qué campañas reales van a hacer?

Continente Asiático ¿qué dicen de nuestra antigua colonia? Filipinas. Nuestros éxitos son notables en qué? ¿Cómo apoyamos al pequeño Timor oriental?

Asia disparatada política dependiente de las decisiones de «nuestro» aliado USAmericano. Muy ilustrativo.

Los modelos son evidentes. Irak, Arabia saudí potencia agresiva medieval, Yemen desestabilizado, Emiratos, Kuwait y los petroleros son grandes democracias defensoras de los derechos humanos apoyadas por nuestros lideres y nuestros soberanos. Los grandes promotores del conflicto sirio parece que no tienen ninguna responsabilidad (turcos, franceses y saudíes).

El modelo democrático especialista en la violación del derecho internacional Israel.

Oceania parece más fácil. Pero en que consiste nuestra política.

Continente Americano. En el norte México hasta el sur la Patagonia eran hasta hace 3 días gobiernos subordinados a USA, excepto la isla de Cuba.

Pero cuando cambiaron se dictó la desestabilización de Venezuela desde Chavez,  de Brasil desde Lula, Argentina desde los Kitchner, Ecuador desde Caldera, Bolivia de Morales…. Nuestros lideres parece que les iba la vida en ello se han plegado a lo que no hacen, ni están dispuestos a hacer en otras partes del mundo.

De Europa creo que lo que no guarda relación con los mercados no les interesa.

Este es un primer paso saber que opinan. Qué hacen y qué quieren hacer por las personas. Nuestros lideres van a dejar de ser el departamento comercial de nuestras multinacionales pagado con dinero de todos los ciudadanos.

 

Optimismo

La vida es un hermoso viaje, que sabemos cuando empieza.

Las mentiras nos dan fuerza.

Las verdades tienen muchas caras.

La convivencia es difícil y en esa dificultad se sustenta.

La coexistencia resulta a veces insoportable.

Las relaciones se forjan día a día con concesiones.

Los proyectos se hacen, nunca son meros dichos.

Los esfuerzos nos cansan, pero nos gratifican.

Los goces sensuales avivan nuestro animal.

Los dolores identifican nuestras percepciones.

El calor humano es necesario para hacernos más humanos.

La indiferencia al dolor ajeno nos aleja de nuestro propio ser.

La bondad nunca ha guardado relación con el buenismo.

La ignorancia nos embrutece y nos devuelve a unos falsos orígenes.

La frivolidad es propia de incoscientes o de sinvergüenzas.

Si tienes sentimientos es que eres un ser humano evolucionado.

Si tus valores son meramente económicos vas camino de …. (pon lo que tu consideres).

 

 

Elucubraciones. Pero el PP sigue gobernando.

Cuando falta un mes para la repetición de las elecciones al Congreso y al Senado del Estado español.

Observo desde mi atalaya que:

el 27 de octubre de 2015 se convocaron las elecciones y se celebraron el 20 de diciembre de 2015.

Desde entonces el Partido Popular está gobernando en funciones. Lleva siete meses de préstamo de su mandato, es decir más de una octava parte de una legislatura, que probablemente se conviertan en un mínimo de 9 meses. No se para que piden la gran coalición, cuando gobiernan a sus anchas, no rinden cuentas, cuestionan la legitimidad de los nuevos diputados y sus competencias, penalizan las inversiones y limitan la llegada de recursos económicos en las Comunidades díscolas. Eso es hacer mangas y capirotes al personal.

Desde entonces se ha comprobado que la soledad del apalancado PP es evidente con sus 123 diputados. Ellos no quieren hablar con nadie, porque saben de antemano que nadie quiere hablar con ellos. En suma me siento en la puerta de la Moncloa y espero con mi agenda vacía. Pero el PP sigue gobernando.

Desde entonces el noqueado Partido Socialista con 90 diputados ha intentado pactar con las fuerzas españolistas, aquellas que dicen nadie puede decidir nada sin que yo lo autorice. Me gustaría ver a un PSOE que le dijese al PSOE-Andaluz lo que le han dicho al PS del País Valenciano. Hay un discurso que se agota. Después de 40 años de la muerte del dictador la España maltratada, por el señoritismo absentista y latifundista, no ha sabido salir de la dependencia masiva (altas tasas de paro, subvenciones y pelotazos). La solidaridad del resto se agota y requiere un nuevo tipo de compromisos político-territoriales. Han llevado a cabo un intento de pacto, siendo bondadoso, de centro con algunas propuestas interesantes, aunque adolecían de un problema este es el pacto y se toma o se deja. En suma no le ha servido por carecer de apoyo del resto de la cámara. Pero el PP sigue gobernando.

Desde entonces el crecido Podemos 42, En Comú Podem 12, Compromis Podem 9, En Marea 6, 69 diputados han jugado al ratón y al gato con los socialistas. Han manifestado su voluntad de comprometerse formando parte de un gobierno, pero sus propuestas las he visto al estilo de los adolescentes, es decir o se hace lo que yo digo o no juego. Eso se llama instalarse en tirar piedras con la cesta vacía. Habilidad táctica no les ha faltado, ahora esperemos para ver y saber si forman parte de una nueva política o si están con un Juego de Tronos. Evidentemente no ha logrado un pacto de cambio. Pero el PP sigue gobernando.

Desde entonces el creído Ciudadanos 40 diputados ha intentando acercar al PSOE y al PP con un acuerdo con el PSOE. Cuando uno construye puentes no se puede ser solamente ingeniero de caminos, que quiere pedirle permiso a los mayores, también hay que contar con administrativos, técnicos y obreros. Pero le ha faltado capacidad para modificar el enroque de los dos partidos y cintura para tratar con la tercera fuerza del Congreso y otras realidades territoriales. Pero el PP sigue gobernando.

Los diputados de las 4 fuerzas 123 + 90 + 69 + 40 equivalen a 322 diputados.

Los 28 restantes son malísimos independentistas: 1 C. Canaria, 2 Sortu, 2 UP-Izquierda Unida, 6 EAJ-PNV, 8 DiL, 9 ERC.

Esta sería la panorámica del 20-D-2015. Será diferente el 26-J-2016. Excluyo a Coalición Canaria pues me resulta difícil de ubicar con PSOE o con PP han gobernado y pactado.

Si se hacen los pactos de derechas sin españolismos ni nacionalismos: 123 + 40 + 6 + 8 = 177. Se la enfundarían la derecha PP, con Ciudadanos, con PNV y con DiL. ¿Sería asumible para ellos la hegemonía del PP? Votos 7,2 + 3,5 + 0,3 + 0,5 = 11,5 millones de votos. Menos votos, pero más diputados.

Si se hacen los pactos de izquierdas  sin españolismos ni nacionalismos: 90 + 69 + 2 + 2 + 9 = 172. Se la comerían con patatas la derecha del PSOE, con Podemos, con Sortu, con UP-Izquierda Unida y ERC.

¿Sería asumible para ellos la hegemonía del PSOE o de Unidos-Podemos? Votos 5,5 + 5,1 + 0,2 + 0,9 + 0,6 = 12,3 millones de votos. Más votos, pero menos diputados.

¿Qué pasa con nosotros? ¿Existimos para ellos? ¿Existen los problemas cotidianos?

Nos indignamos o consideramos que los profesionales de la política están haciendo dejación de sus funciones.

El país se desestructura cada vez más y el neocentralismo se concentra en la hostelería, en el turismo, en la economía sumergida, en la subvención, en los contratos inflados, en un retorno a lo de siempre.

La corrupción avanza y se conoce solo la punta del iceberg con el dinero de todos nosotros.

Parece como si se viviese en tiempos de bonanza o hay un hartazgo generalizado.

La vida se convierte en rutina. Duermes, te levantas, vas a buscarte la vida, comes, intentas distraerte y vuelves a dormir.

Si proyectas alguna cosa, para llevarla a cabo con apoyo de la Administración solamente pone trabas.

La recuperación personal y social cuesta mucho. ¡Que país!

POR ESO HAY QUE VOTAR PARA OBLIGAR A NUESTROS REPRESENTANTES A QUE CUENTEN DE VERDAD CON NOSOTROS.

Sueño con un país responsable donde se valore el conocimiento, el trabajo, el esfuerzo, la iniciativa.

Sueño con una Administración que valore a sus empleados públicos.

Sueño con una Administración que  este realmente al servicio de los ciudadanos, ofreciendo alternativas y soluciones.

Sueño con un país dinámico que reduzca los órganos y organismos que no responden al interés de los ciudadanos y que se multiplican en sus competencias.

Sueño con un país que elimine las rigideces cuando el vecino busca nuevas formas democráticas para organizarse. Extremeños, Leoneses, Castellanos, Catalanes, Gallegos, Andaluces, Vascos…..

Sueño con un país solidario con los que menos tienen y más sufren las consecuencias de la sociedad en que vivimos.

Sueño con un país en que la norma sea el dialogo y el cauce para romper los desencuentros.

Sueño con la comprensión hacia el diferente.

Sueño con que de verdad todas las personas seamos iguales, sin privilegios de ninguna clase.

Sueño con lo más difícil promover el boicot internacional a los paraísos fiscales, el boicot internacional a los promotores del negocio de las armas y de las guerras.

Sueño con un mundo en que el negocio de la guerra, el negocio de la trata de personas, el negocio a costa del sufrimiento de cualquier ser humano sea erradicado.

SUEÑO QUE LA VIDA ES DISFRUTAR SIN PERJUDICAR A NADIE.

 

 

 

 

 

Distribución urbana de la población de España 1857 a 1900

Distribución urbana 1857 a 1900 (Texto con Tablas y Gráficos. Versión en PDF)

Antonio Camarero Gea. Distribución urbana de la población española 1857 a 1900

La ausencia de un criterio sólido para definir la frontera cuantitativa, entre un municipio urbano o un municipio rural, me obliga a establecer un criterio que deslinde y clarifique los términos de partida. Consideraré como núcleo urbano aquel municipio (aglomeración) que supera los 20.000 habitantes, que tomaré como índice referente de ciudad, al considerarlo así de forma incuestionable la Conferencia Europea de Estadística1.

TABLA IV

Municipios con más de 20.000 habitantes

1857 a 1900

Tipo

1857

Nº de Ciudades

1900

Nº de Ciudades 

Capitales

9,43%

22

15,70%

35

Municipios no capitales

3,49%

19

5,68%

35

Total

12,92%

41

21,38%

70

Fuente: Elaboración propia

En la Tabla IV quedan desglosados los municipios en capitales de provincia y municipios no capitales que superan los veinte mil habitantes, cuantos eran y porcentaje de la población española que contenían en los censos de 1857 y de 1900.

Según el criterio cuantitativo reseñado de 20.000 habitantes que diferencia un municipio como urbano, en el año 1857 vivían agrupados en 41 ciudades solamente el 12,92% de la población. Cantidad que no era muy relevante en sí misma, pero que en un país con una baja densidad de población, significaba la superación de la población total de Castilla y León en ese año. El avance de la urbanización es indicativo y, cuarenta y tres años después, en 1900 ya representaban el 21,38%, lo que casi equivaldría a la población total de las regiones de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Navarra concentrada únicamente en esas 70 ciudades.

En este período, el aspecto más destacable, sería el importante incremento de los municipios no capitales tanto en número (casi se duplican) como en población contenida, que aumenta proporcionalmente casi lo mismo (62,75%) que las capitales de provincia, mientras que las capitales incrementan su población en un 66% y crecen en número en un 60%. Podría considerarse que el tránsito hacia una nueva sociedad urbanizada ha emprendido su andadura de una forma constante en la segunda mitad del siglo XIX.

La distribución regional de estos núcleos urbanos, tanto las capitales como los municipios, difiere según las regiones. En uno casos se articulan como una única cabecera urbana regional que ronda el 10% de la población regional en las regiones en declive y baja densidad como es el caso de Aragón (Zaragoza) y Navarra (Pamplona) o en regiones ascendentes de interior y baja densidad Extremadura (Badajoz) donde no alcanza el 5%.

Por el contrario, el poblamiento de cabecera urbana regional se aproxima al 20% en las regiones en ligero declive o ascendentes Baleares (Palma de Mallorca), aunque no es exacto en el caso de Canarias por su bicefalia insular (Tenerife y Las Palmas) y Cantabria (Santander).

En otros, predomina la dispersión urbana con 6 núcleos en regiones de baja densidad y baja concentración como acontece en ambas Castillas o de alta densidad con 7 núcleos como es el caso de Galicia.

Por último, está el modelo de alta urbanización regional, que es en líneas generales el que se ha considerado como modelo de la urbanización española, ya sea concentrada o dispersa, que supera el 25% de la población en sus ciudades, como acontece en los casos de Andalucía, Asturias, Cataluña, Madrid, Murcia, País Vasco y Valencia.

15

Tabla V

Principales ciudades españolas

1857 a 1900

Ciudad

nº de orden 1857 y 1900

1857

1900

Madrid

1 y 1

281.170

539.835

Barcelona

2 y 2

183.787

533.000

Valencia

4 y 3

106.435

213.550

Sevilla

3 y 4

112.529

148.315

Málaga

5 y 5

94.293

130.109

Murcia

6 y 6

89.314

111.539

Cartagena

10 y 7

59.618

99.871

Zaragoza

9 y 8

63.399

99.118

Bilbao

n y 9

17.923

83.306

Granada

8 y 10

68.743

75.900

Lorca

12 y 11

47.918

69.836

Cádiz

7 y 12

70.811

69.382

Valladolid

n y 13

41.943

68.789

Palma de Mallorca

11 y 14

51.871

63.937

Jerez de la Frontera

12 y 15

51.339

63.473

Córdoba

n y 16

42.909

58.275

Santander

n y 17

28.907

54.694

Alicante

n y 18

27.550

50.142

Fuente: Elaboración propia

En el año 1857, de los 41 núcleos citados, tenían especial relevancia doce ciudades, de las que diez eran capitales de provincia y dos eran grandes municipios. La preeminencia vendrá dada como consecuencia del número de personas que agrupaban, pues del total de estos 41 núcleos, había ocho con más de 50.000 habitantes (Cádiz, Jerez de la Frontera, Granada, Málaga, Zaragoza, Palma de Mallorca, Murcia y Cartagena) y cuatro rebasaban los 100.000 (Sevilla, Barcelona, Madrid y Valencia).

El siglo XIX finalizaría con 18 grandes ciudades, de las cuales doce rebasaban los 50.000 habitantes (Cádiz, Córdoba, Granada, Jerez de la Frontera, Zaragoza2, Palma de Mallorca, Santander, Valladolid, Cartagena, Lorca, Bilbao3, Alicante), cuatro contaban con más de 100.000 (Málaga, Murcia, Sevilla y Valencia4) y dos superaban los 500.000 (Madrid5 y Barcelona6). Resulta francamente notoria la consolidación de los núcleos indiscutiblemente urbanos de Cartagena, Jerez de la Frontera y Lorca que forman parte del16 elenco de doce ciudades con más de cincuenta mil almas. El mapa de las grandes ciudades durante este período se asienta, pues no solamente subsisten a lo largo de estos 43 años todas aquellas que conformaban los doce núcleos iniciales de 1857, sino que incluso se incrementa su número en un cincuenta por ciento, al alcanzar un total de dieciocho.

Tabla VI

Crecimiento de los principales núcleos urbanos

1857 a 1900

Bilbao

464,80%

17.923

83.306

Barcelona

290,01%

183.787

533.000

Valencia

200,64%

106.435

213.550

Madrid

192,00%

281.170

539.835

Santander

189,21%

28.907

54.694

Alicante

182,00%

27.550

50.142

Cartagena

167,52%

59.618

99.871

Valladolid

164,01%

41.943

68.789

Zaragoza

156,34%

63.399

99.118

Lorca

145,74%

47.918

69.836

Málaga

137,98%

94.293

130.109

Córdoba

135,81%

42.909

58.275

Sevilla

131,80%

112.529

148.315

Murcia

124,88%

89.314

111.539

Jerez de la Frontera

123,64%

51.339

63.473

Palma de Mallorca

123,26%

51.871

63.937

Granada

110,41%

68.743

75.900

Cádiz

97,98%

70.811

69.382

Subtotal de las 18

175,85%

1.440.459

2.533.071

Total con + de 20000

201,56%

1.975.296

3.981.353

España

120,46%

15.454.514

18.616.630

Fuente: elaboración propia

Las divergencias se producen cuando contrastamos el crecimiento de cada uno de estos núcleos urbanos, véase la Tabla VI que contiene el aumento porcentual absoluto de los 18 municipios, el incremento porcentual de su subtotal, el de la totalidad de los municipios con más de veinte mil residentes y el general de España. Como se puede apreciar, todos los municipios con más de 20.000 habitantes duplicaron la población que en ellos residía y quintuplicaron la media de crecimiento española. Por el contrario, los grandes núcleos experimentaron un crecimiento inferior en un 25%.

Resulta muy significativo que, si exceptuamos el caso de Bilbao que rondaba las 20.000 personas en 1857, todas las ciudades con más de 50.000 crecen por debajo de la media de los municipios que superan el índice de ciudad. Si excluyo Barcelona del citado computo, es a causa de la suma de anexiones17 municipales que se produjeron en este período, de igual forma habría que actuar con la ciudad de Valencia que también procede a la anexión de un número significativo de municipios colindantes y, en menor medida, las anexiones menos relevantes de Madrid y Zaragoza. De igual modo, resulta revelador que de las mayores ciudades españolas, solamente Granada tuviera un crecimiento inferior a la media española y Cádiz redujese su población.

1Estadística de Praga

2Incorpora en el censo de 1887 los municipios de Alfocea 240 habitantes, Casetas 361, Juslibol 393 y Monzalbarba 707.

Incorpora en el censo de 1897 Peñaflor con 1.062 personas.

En total había incorporado 2.763 habitantes.

3El censo de 1897 incorpora el municipio Abando que tenía 4.015 habitantes en el censo de 1887.

4En el censo de 1877 incorpora Beniferri, Benimaclet, Patraix y Ruzafa que tenían 14.127 habitantes en el censo de 1860.

En el censo de 1887 incorpora Benimamet y Orriols que tenían 1.921 habitantes en el censo de 1877.

En el censo de 1897 incorpora Borbotó, Campanar, Mahuella, Pueblo Nuevo del Mar y Villanueva del Grao con 19.839 habitantes en el censo de 1887.

En el censo de 1900 incorpora Benifaraig, Carpesa y Masarrochos con 2.065 habitantes en el censo de 1897.

En total había incorporado 37.952 habitantes.

5El censo de 1887 incorpora La Alameda que tenía 274 habitantes en 1857.

6El censo de 1897 incorpora los municipios de Gracia, San Andrés de Palomar, San Gervasio de Cassolas, Sans, Corts y San Martín de Provensals que tenían una población de hecho en el Censo de 1887 de 124.830 habitantes.

Distribución regional de la población 1833 a 1900

Distribución regional 1833 a 1900 (Texto con Tablas y Gráficos. Versión en PDF)

Antonio Camarero Gea.- Distribución regional de la población española 1833 a 1900

En los sistemas censales anteriores al año 1833 sería necesario ajustar el conjunto de municipios, lugares, aldeas que conformarían un mapa territorial con unos espacios territoriales homogéneos para poder ver los comportamientos de la población de la que se habla en un espacio determinado. Esa homogeneidad permitiría medir de forma fidedigna la trayectoria de la población en regiones técnicamente equiparables en el tiempo.

Como he indicado anteriormente, la razón que justifica la evaluación desde el año 1833 es la similitud en la unidad de medida territorial contemporánea, la provincia, para establecer la secuencia temporal comparativa, que toma como punto de partida la reforma administrativa de Mendizábal.

Esta reforma fue el origen del sistema administrativo liberal y base de un sistema uniforme y centralista de la organización de la administración del estado, que reformó o reconvirtió las estructuras territoriales de los reinos y constituyó una organización de los municipios integrados en provincias cada una con su respectiva diputación provincial.

Esta es la causa fundamental para motivar que todo tipo de tratamiento territorializado de la información sobre la población, precedente o posterior, debe contar con una unidad de medida territorial tipo (UMTT) que establezca un espacio sincrónico que permita establecer las correspondientes comparaciones diacrónicas.

La necesidad fundamental de la unidad de medida territorial tipo deriva de las alteraciones diacrónicas de la superficie en la que se asientan los habitantes de una organización social, objeto de la investigación, a lo largo de la historia y que en función de la alteración espacial nos dará una mayor o menor densidad de población instalada en el mismo.

Por esta razón, emplearé como unidad de medida territorial tipo la provincia, que contiene un número determinado de municipios, y como denominación del espacio territorial extenso la Comunidad Autónoma recogida en la Constitución española de 1978, que en algunos casos puede tener una correspondencia más o menos ajustada con los reinos o las regiones peninsulares históricas.

En la Tabla III incluyo la actual comunidad autónoma con la proporción de su superficie en el conjunto territorial del país, la población de hecho absoluta de los censos correspondientes en cada territorio y lo que representa en cada momento el porcentaje de la población de cada región en relación con la población total española.

Con estos datos pretendo obtener la evolución general de la distribución de la población por territorios, de sus tendencias y sus dinámicas de concentración, de dispersión o de estabilidad.

TABLA III

Evolución demográfica

1833 a 1900

Comunidad

Superficie % Km.

Población 1833

% de España

Población 1857

% de España

Población 1900

% de España

Andalucía

17,31%

2.404.132

19,57

2.937.183

19,01

3.562.606

19,14

Aragón

9,43%

734.685

5,98

880.643

5,7

912.711

4,9

Asturias

2,10%

434.635

3,54

524.529

3,39

627.069

3,37

Baleares, I.

1,00%

229.197

1,87

262.893

1,7

311.649

1,67

Canarias

1,47%

199.950

1,63

234.046

1,51

358.564

1,93

Cantabria

1,05%

169.057

1,38

214.441

1,39

276.003

1,48

Castilla La Mancha

15,70%

1.244.708

10,13

1.203.248

7,79

1.386.153

7,45

Castilla y León

18,62%

1.583.098

12,88

2.083.129

13,48

2.302.417

12,37

Cataluña

6,35%

1.041.222

8,47

1.652.291

10,69

1.966.382

10,56

Extremadura

8,23%

547.420

4,46

707.115

4,58

882.410

4,74

Galicia

5,84%

1.471.982

11,98

1.776.879

11,5

1.980.515

10,64

Madrid

1,59%

320.000

2,6

475.785

3,08

775.034

4,16

Murcia

2,24%

283.540

2,31

380.969

2,47

577.987

3,1

Navarra

2,05%

230.925

1,88

297.422

1,92

307.669

1,65

País Vasco

1,43%

287.530

2,34

404.445

2,62

603.596

3,24

Rioja

1%

147.718

1,2

173.812

1,12

189.376

1,02

Valencia, C.

4,60%

957.142

7,79

1.246.485

8,07

1.587.533

8,53

Fuente: elaboración propia

Para este período destaca un componente regresivo relativo constante para las regiones de Aragón, Castilla La Mancha, Castilla y León y Navarra tanto por el descenso relativo de la población como por una densidad de población inferior a la media española.

En 1833, dichas regiones del interior, que abarcan el 45,8 % del territorio, representaban únicamente el 30,87% de la población española, descendiendo hasta el 26,37% en 1900 a pesar de haber contado con un crecimiento absoluto positivo.

Con respecto a las regiones antes citadas este descenso relativo fue diferente en el caso de Andalucía, Asturias, Baleares, Galicia y La Rioja. Pues aunque también tuvieron un retroceso relativo de su población, si que mantuvieron una densidad superior a la media.

Resulta más significativo el impacto descendente en Baleares, Galicia y Rioja, estas tres regiones con un territorio que representa el 7,84% del país transitaron desde un 15,05% en el año 1833 a un 13,33% en 1900. Mientras que en Andalucía y en Asturias con un 19,4% del suelo patrio evolucionaron entre ambas fechas de un 23,11% a un 22,51%.

Sin embargo, el impacto relativo del descenso osciló en menos de cinco puntos en los casos de Andalucía (97,8), Castilla y León (96) y Asturias (95,2), más de diez puntos en las Baleares (89), en Galicia (88,8), en Navarra (87,8), en La Rioja (85), en Aragón (82) y, por encima de los veinticinco puntos Castilla La Mancha (73,5).

Todas las regiones que tuvieron un descenso relativo, independientemente de su mayor o menor densidad, abarcan el 73,05% del territorio y representaban un 69,03% de la población en 1833 que agrupaba solamente al 62,21% de la población en 1900.

Resalta de forma destacable y requiere una consideración especial el caso específico de Extremadura, que experimento un aumento relativo y absoluto de su población, aunque persistía su baja densidad demográfica durante estos años, sin que por tanto supusiese un cambio notable de su estructura demográfica en el conjunto nacional. El aumento que tuvo esta región equivaldría a un 6% en estos 67 años.

Por el contrario, sobresalen como regiones expansivas las islas Canarias, Cantabria, Cataluña, Madrid, Murcia, el País Vasco y Valencia cuya población aumentó tanto en términos relativos como absolutos y, por tanto, derivó en el consiguiente incremento de la densidad. Cuando estas siete regiones comprenden una extensión del 18,73% del territorio del reino y progresaron desde un 26,52% en el año 1833 hasta alcanzar un tercio de la población española en 1900. Estas siete regiones tuvieron un incremento relativo diferente, el más elevado fue para Madrid (60), País Vasco (38), Murcia (34), Cataluña (25), Canarias (18) y por debajo de los diez puntos Valencia (9,5) y Cantabria (7). Es un indicativo del reparto desigual del aumento expansivo.

Todo ello pone en evidencia, que durante el siglo XIX, hay un proceso regresivo o de desplazamiento de la población de las grandes y extensas regiones del interior con baja densidad, mientras que la alta densidad de población se concentra en algunas regiones marítimas y en Madrid.

Ahora bien no se puede obviar que hubo un repunte en Castilla y León y Navarra, coincidentes con el retroceso de las Canarias en 1857. Por el contrario, es casi imperceptible el descenso de Cataluña y el leve repunte de Andalucía en 1900.

 

 

La Población de España 1797 a 1900

La población de España 1797 a 1900 (Texto con Tablas y Gráficos. Versión en PDF)

A lo largo de los años se han realizado censos de población que afectaban a los territorios españoles comprendidos en los antiguos reinos de la unificada corona austriaca y borbónica. Los recuentos de población de la corona se efectuaron en 1594, el Censo de Aranda 1768 y 1769, el Censo de Floridablanca 1787 y el Censo de Godoy 1797, que tomaré como referente para finales del siglo XVIII.

El siglo XIX dispone de los recuentos correspondientes al reinado de Fernando VII de 1822, 1826 y de Isabel II de 1833, 1846, 1850 previos al comienzo de los Censos oficiales españoles. Pero no será hasta la última etapa del reinado de Isabel II, cuando Pascual Madoz, desde el ministerio de Hacienda, establezca las bases de los Censos Oficiales iniciados ya de forma sistemática desde el año 1857, 1860, 1877, 1887, 1897 y 1900.

Reseño como el censo más relevante del siglo XIX, previo a las series de Censos oficiales, el correspondiente al año 1833. Pues se corresponde con la reforma territorial de Javier de Burgos al introducir ya la estructura provincial contemporánea de 49 provincias la cual, en líneas generales salvo algunas modificaciones territoriales, mantuvo su vigencia hasta la dictadura de Primo de Rivera, momento en que se llevó a cabo la división del archipiélago canario en dos provincias, hecho que quedaría reflejado por primera vez en el censo de 1930, que se corresponde con las actuales 50 provincias que configuran el nuevo estado moderno.

Por tanto, hasta el censo de 1833, no dispuso el Estado de la estructura administrativa provincial (diputaciones), que dará origen a la homogeneidad territorial contemporánea, con independencia de que esta sufriera alteraciones en sus términos municipales o en sus límites provinciales, por agregación o segregación. Aunque la citada reforma obviamente no tendrá consecuencias en el recuento general de la población de España, si afectará a los recuentos territoriales y a la posibilidad de establecer un referente de partida para las comparaciones precedentes al período indicado de 1833. Requeriría un trabajo territorial sistemático, en que se elaborase una distribución tipo de la población a lo largo de los siglos de todos los lugares poblados (superficie ocupada), la forma de ocupación del territorio (concentrada, dispersa o mixta) y su ubicación en una unidad geográfico-administrativa común (municipio).

Para el análisis del comportamiento de la población de España establezco como punto de partida para la base de cálculo comparativa el Censo de Godoy, referente de finales del siglo XVIII. En la correspondiente tabla (véase PDF) se comprueba como evoluciona la población española en un espacio de tiempo largo, como se puede apreciar desde el año 1594, tiene una tendencia al crecimiento constante en la totalidad de los recuentos hasta el Censo de Godoy. Hasta esa fecha, el incremento a lo largo de esos doscientos años fue algo superior a un 25%, lo que equivale a unas 11.847,6 personas al año. Sobresale del citado aumento el crecimiento, en un tiempo corto, entre los Censos de Aranda a Floridablanca, que fue aproximadamente de unas 55.000 personas al año, que se redujo a algo menos de la mitad unas 27.000 entre el de censo Floridablanca y el de Godoy.

En el siglo XIX es cuando empieza a apreciarse el comienzo de un importante despegue demográfico, al consolidarse un crecimiento sostenido en el tiempo que representó algo más de un 75%. Por tanto, no resultaría osado considerar que se inicia un nuevo período histórico-demográfico cuyo incremento cuantitativo fue el más importante desde que se dispone de series estadísticas sistemáticas de población en España. Este aumento se intensificó en los primeros sesenta años comprendidos entre 1797 y 1857 (46%), lo que equivalía a un promedio de unas 82.000 personas por año, volumen que se atenuó en una décima parte en los siguientes 43 años incluidos entre 1857 y 1900 (30%) que supondrían una leve reducción a unas 73.600 almas anuales.

El crecimiento intercensal refleja grandes desequilibrios (véase PDF), que se aprecia en los picos de sierra de los años 1857, 1887 y sobre todo en el de 1900 y las mesetas de finales del siglo XVIII y la de 1857 a 1877. Los censos precedentes tienen unos comportamientos regulares, próximos al crecimiento absoluto que se produjo entre los Censos de Aranda-Floridablanca y, por lo general, resultaron equivalentes. No aconteció lo mismo con los tres citados, ni con las dos fases de estancamiento.

Sería preciso evaluar los diferentes impactos críticos (conflictos bélicos, hambrunas, epidemias, desaparición del imperio colonial americano y asiático, movimiento migratorio) entre los diferentes censos para poder considerar la consistencia de los datos de alguno de estos censos. De todas formas, ello no es óbice para confirmar en conjunto que se transitó de un crecimiento intercensal desde finales del siglo XVI a finales del XVIII de unas once mil quinientas personas anuales hasta alcanzar las más de setenta y ocho mil del siglo XIX.

En los gráficos (véase PDF) podemos observar el fenómeno indicado de los picos de crecimiento, tanto absolutos como relativos de los recuentos de 1857, 1887 y de 1900. Además resulta sintomático comprobar como se aprecia el impulso expansivo concentrado de 1833 a 1857, por encima del correspondiente al producido entre 1897 y 1900, cuando se emplea como factor corrector el crecimiento relativo sobre la población de partida del censo anterior.

Por lo que puedo concluir que el crecimiento relativo español en el siglo XIX alcanza su punto álgido en 1857, seguido del correspondiente a 1900 y de 1887.

https://antoniocamarero.es/la-poblacion-espanola-1797-a-1857/

https://antoniocamarero.es/2015/11/24/poblacion-de-madrid-en-la-corona-de-espana-1797-a-1857/

Distribución regional de la población 1833 a 1900