Otoño – Verano

¡Crisis!

Otoño
Caída de hojas,
Lluvías sostenidas,
Vientos del noroeste,
Atardeceres tempranos.

Noches frescas,
Cenas calientes,
Camas acogedoras,
Nidos ardientes,
Despertares temblorosos.

Ahora
Cielos despejados,
Aires amarillos o verdosos,
Camisetas sinmangas,
Olores fétidos,
Miradas hirientes,
Sabores neutros,
Tactos pegajosos,
Calores agobiantes.

Realidad perversa,
Opacidad diáfana,
Irrealidad translúcida,
Transparencia invisible.

Mañana
Quiero notar el viento,
Tengo apetito de tálamo,
Presiento cercana la lluvia,
Percibo luz en la oscuridad.

Repúblicas del conocimiento y sus ciudadanos

Las repúblicas del conocimiento en cada uno de los estadios históricos se encuentra sometida a normas externas que condicionan su funcionamiento. La máxima para establecer estas normas son yo pago tu te encorsetas.
Su validez es parcial. Pues a fin de cuentas quienes pagan son los ciudadanos que aportan con sus impuestos el funcionamiento general.
En el estadio actual nos encontramos con las personas que forman parte de la república del conocimiento. Cada una tiene sus capacidades profesionales tasadas y categorizadas por el sistema establecido.
Cada una de estas personas o grupos de clasificación obtiene una relevancia especial y diferenciada. Normalmente se asocia al lugar que ocupan dentro de la república y no tanto por la importancia específica de su cualificación, que posee toda persona con independencia de los niveles, certificados y títulos obtenidos. Se habla de la escuela de la vida y del empirismo.
Pero no pretendo hablar de la emisión de certificados ni del reconocimiento de la cualificación. Sino de las personas que forman parte de la república del conocimiento y la aportación que realizan para que esta funcione.
Estas personas saben que no van a ser expulsadas de la república del conocimiento. Pero también deben saber como van a hacer su actividad, como se va a dirigir, como se les va a formar (sic: conocimiento) en las nuevas herramientas, como se les va a discriminar por reconocimiento del trabajo bien hecho. En concreto como van a ser miembros de la república del conocimiento.

De las repúblicas

Hubo una época en la que se formaron las repúblicas del conocimiento. En ellas se trasladaba a otras generaciones el saber conocido, aunque altamente controlado por la ideología dominante.
Estás repúblicas tomaban forma a partir de la asociación de conocedores de una materia que se agrupaban para dar lugar a pequeños estados de conocimiento que confederados daban lugar a la gran república del conocimiento.
Estas repúblicas siempre han tenido un condicionante la dependencia de los recursos ajenos que condicionaban su autonomía. Han estado asociadas a su tiempo, pero aletargadas en la forma de gobernarse y de allegar recursos.
Hoy día las opciones conservadoras intentan y pretenden volver a someterlas y hacer de ellas dóciles instrumentos del poder o de los intereses de los grandes poderes económicos.
Mientras que las opciones de progreso defienden la autonomía del poder y la capacidad para universalizar el conocimiento.
Esta diferencia no es nueva, siempre ha estado asociada a las crisis de los sistemas sociales, políticos y económicos.
Puede interpretarse como un diagnóstico. Pero este diagnóstico es la historia de la humanidad, tan cuestionada y tan acientífica.

Octubre Inquietud

Bruja se encuentra inquieta. Pienso que probablemente los cambios de estación afectan cada vez más a mi vieja gata.
Bruja reclama cada vez más calor humano. Probablemente es la consecuencia de no haber tenido contacto con otros animales. Me observa cuando escribo estas palabras. Reconsidero lo escrito. Si ha tenido contactos y auténcias cacerías de lagartijas, moscas, moscardones y avispas. Cambia su mirada y me hace reflexionar. Ahora caigo en las colas de lagartija que sobresalían de su boca, como el más preciado trofeo de caza de un felino orgulloso. La angustia producida por los insectos que con su zumbido alteraban su descanso y que conseguía atrapar con un esfuerzo increible. Aún siento el malestar con las hormigas que mordían su lengua cuando pretendía comer. Parecerá un poco tonto, pero es una gata con mundo (Francia, Polonia, Alemania) y con mucho recorrido del suelo llamado España (Cataluña, País Valenciano, Andalucía, Madrid). Probablemente me falte algún otro. No extraña tierras, ni gentes, avisa cuando piensa que no la ven, es muy enfadica (soy suave). Pero no diferencia y todos le parecemos humanos.
Es la inquietud de la vejez o es la falta de caricias. Quizás sea la incomprensión ante los esfuerzos que intenta hacer para subir a la silla o al sillón al que hace poco tiempo subía de un salto.
Probablemente ahora es cuando necesita apoyo, calor y caricias. Probablemente ahora es de nuevo cuando necesita una atención especial a sus alimentos y a su agua.
Bruja ahora todo escasea. Mis opciones son pocas. Pero aunque me pidan que atienda a la llamada de la selección natural. Creo que debo seguir compartiendo contigo mi loncha de pollo trufado.