Hace unos años emprendí una reflexión retrospectiva. Como persona situada en la izquierda ideológica me planteo que ha pasado para que en la izquierda hayamos perdido el vínculo con la sociedad.
Es evidente que si la sociedad abraza como forma de vida un sistema depredador de recursos finitos, en beneficio de una minoría, y nos colgamos algunas medallas de avances sociales, estamos dejando de lado a la mayor parte del planeta. Es evidente que eso supondría plantearse como obtener recursos que fuesen sostenibles y que pudiesen sustituir unas demandas mayoritariamente insatisfechas.
¿Qué es un sistema depredador? La acción específica sobre un recurso que somos incapaces de renovar por medios naturales en un corto espacio de tiempo. Además suele estar asociado a la sobreexplotación en beneficio de una minoría. Entiendo que hay al menos dos conceptos de minoría: la que siempre criticamos (grandes propietarios, oligarcas, multinacionales, fondos de inversión, …) y la que miramos sin ver, que somos la mayor parte de las sociedades «occidentales eurocentristas» que nos preocupamos de nuestras cosas que también repercuten como sociedades privilegiadas (somos solidarios, ONGs, somos caritativos, somos observadores críticos). Evaluemos cuanto saqueamos y cuanto retornamos.
Entonces me situó en el eje del sistema productivo, las materias primas, la energía, los medios de producción, el proceso de elaboración, las relaciones sociales de género y de producción, los procesos de intercambio y la distribución de las rentas generadas.
Observo que la izquierda es una colección de animalitos del bosque, que se agrupan en pequeñas tribus, que hablan de alianzas. Pero que operan con el mismo planteamiento de las decadentes sociedades capitalistas. Persiguen un pedacito de cielo y se conforman con considerar que defienden el nacionalismo de estados constituidos en el XIX y XX, perdón el hipotético internacionalismo proletario occidental; otros se erigen en hipotéticos defensores del localismo, identidad diferenciada, pero sin tener en cuenta la realidad del otro; otros son tan defensores del medio ambiente, pero se preocupan de las campañas de marketing de grandes actos y evitan tomar postura con su medio ambiente inmediato. Así puedo seguir en toda una serie de cuestiones y de pequeñas tribus.
Me cuestiono. Seré capaz de abordar desde un origen centralista urbano occidental castellano una realidad polivalente que permita comprender que los sistemas impuestos terminan, antes o después, estallando. Tengo que hacer posible la comprensión de quién se levanta para trabajar todos los días en el campo, en un local empresarial, en un medio de locomoción, en un … que el factor común es que se levanta para trabajar, solamente ese hecho unifica a la mayor parte de la humanidad. De otra parte están aquellas personas que viven del trabajo de las demás, aquí están incluidos quienes ejercen un poder patriarcal que actúan como rentistas en su medio inmediato y reproducen el sistema del trabajo capitalista. ¿Cuántos asalariados explotan a sus convivientes?¿Cuántos te ayudo, significan que no es mi obligación compartida?
Es lo mismo que acontece con los derechos humanos. No hay rangos, capas, clases, géneros, generaciones todas las personas tenemos los mismos derechos y no debemos permitir que los otros tengan la consideración de excluidos. Siempre habrá un los otros inmediato.
Sociedades y personas sometidas, colonizadas, sobreexplotadas. ¿Qué privilegios me otorga el lugar de nacimiento en un lugar determinado del planeta?¿Qué privilegios me otorga una edad determinada?¿Que privilegios me otorga el ser XY sobre XX?¿Por qué hay XY que imponen a XX que hacer con su vida y con su cuerpo?
No puedo considerar de izquierdas a quien se preocupa de la solidaridad y de la lucha por las personas próximas y se olvida de quienes nos sustentan y mueren por darnos los privilegios que tenemos con respecto a … son tantas y tantas personas que me resulta imposible enunciar y describir quienes son.