¿Quién o Qué impide una solución?

Según pasan los años parece que no avanzamos en reconocer nuestros errores como especie curtida en la violencia y en el saqueo. Y repetimos con diferentes protagonistas el dominio del poderoso (legalidad) con el sometimiento del débil (rebelde o actualmente terrorista).

Se van produciendo situaciones de tensión y conflicto cada vez mayores. Tensiones que cuestan vidas de las distintas partes. A las personas de un lado les duelen sus víctimas e ignoran o deslegitiman las víctimas del otro lado. Es la cultura del odio al otro y la degradación de sus derechos.

Se puede ser objetivo con una dominación u ocupación con una agresión cotidiana y una reiteración de asesinatos masivos contra otra comunidad o hay que esperar el paso de los años o siglos para reconocerlo.

Ejemplos retrospectivos de nuestra evangelizadora cristiandad hay unos cuantos:

Venta de esclavas y de esclavos; colonización y reparto de África; colonización y genocidio de pueblos indígenas en América de Norte a Sur; colonización de pueblos de Asia; expulsión del territorio musulmanes, judíos y otras confesiones; persecución y genocidio de gitanos y judios; persecución y genocidio por ideología; genocidios de tutsis en Ruanda, de Namibia, de Congo, de Nigeria, de Uganda, apartheid Sudáfrica y Zimbabue, …; genocidio de Guatemala; la nueva vía de destrucción de la viabilidad de estados en África y Asia; genocidio armenio, kurdo, bosnio; genocidio palestino. Y un enorme etcétera de reconocimiento de derechos para los propios y una vulneración sistemática para los otros.

La inclusión del genocidio palestino en nuestra evangelizadora cristiandad. Proviene de la satisfación en los paises euroamericanos que les supuso a los antisemitas cristianos la creación de un estado en tierras habitadas pacíficamente por las tres religiones.

¿Qué impide la solución? ¿Qué haríamos con nuestros privilegios? ¿Qué hace que encendamos las alarmas de rechazo y en poco tiempo las apaguemos? ¿Cómo se asimilan los intereses de la geopolítica? ¿Cómo apoyamos los asesinatos sin juicio y las víctimas colaterales?

La Hegemonía, la supremacía, la violencia, la opresión, la persecución, la destrucción, la degradación, la negación de la diferencia o de la discrepancia es la antesala del fascismo.

Siempre habrá que tener un enemigo local, regional, nacional o internacional para mantener la opresión.

Siempre habrá que santificar nuestra sacrosanta propiedad privada, pero tendremos derecho a saquear la de los débiles en cualquier rincón.

Siempre habrá que mantener la desigualdad de la mujer para evitar que la mayoría de los hombres no descubramos nuestra desigualdad y ejerzamos nuestro papel de tontos útiles educados para oprimir.

NO HAY QUE OLVIDAR LO DEMÓCRATAS QUE ERAN

ADOLF HITLER, BENITO MUSSOLINI, … BENJAMÍN LLEGARON AL PODER CON LOS VOTOS DE SUS ELECTORES.