La II República española en 1936 en el ámbito internacional carecía de influencia. El desprestigio había sido ganado a pulso por los Borbones, la aristocracia y los militares. Las independencias y el desmantelamiento del imperio de antiguo tipo (saqueo, monopolio y ocupación) había sido propiciado por las potencias hegemónicas de finales del XVIII y del XIX Reino Unido, Francia y el ascenso a última hora de Estados Unidos (USA). Fue en la segunda mitad del XIX y el primer tercio del XX cuando las aspiraciones, como potencia de segundo orden, se centraron en África, con el visto bueno y el beneplácito de Reino Unido, Francia y Alemania. Aunque pervivía el viejo concepto de ocupación para satisfacer a los mandos militares y a la cúpula eclesiástica.
Solamente una breve reseña cronológica permite apreciar la sangría personal y económica que representó para la población de los diferentes pueblos de los reinos de España desde 1833 a 1930. El aventurerismo colonial deja un panorama desolador: Conchinchina (1858 a 1862), México (1861), Santo Domingo (1863 a 1865), guerra del Pacífico (1865 a 1866), Puerto Rico (1868, 1898) y Cuba (1868 a 1878, 1879 a 1880, 1895 a 1898), Filipinas (1872, 1898). África Marruecos (1859 a 1860, 1893 a 1894, 1909, 1911, 1921 a 1927) y Rio Muni (1918). El centralismo clasista demostró su incapacidad para la resolución política en España de un acuerdo territorial y social (guerras carlistas 1833 a 1840, 1846 a 1849, 1855 a 1856, 1869, 1870, 1872 a 1876, 1900, 1911, 1921 a 1927), (bombardeo de Barcelona 1841, revolución 1848, Cataluña huelga general 1855, noche de San Daniel 1865, la Gloriosa 1868, cantonalismo 1873 a 1874, movilizaciones obreras y campesinas último cuarto del XIX y primer tercio del XX), regionalismo, nacionalismo, laicismo, lucha de clases, republicanismo. La solución siempre fue «ley y orden». Es decir se fomentó la imposición por la fuerza de las armas y, por tanto, la consolidación de la insatisfacción y la frustración produciendo víctimas sin sentido y grandes dispendios económicos.
Igualmente, para comprender muchas cosas, hay que tener en cuenta las características de un territorio fragmentado por los grandes sistemas montañosos, cuyas vías de comunicación se limitaban durante una parte del año a los puertos de montaña y los escasos tramos de ferrocarriles casi siempre radiales de la capital central (Madrid). Punto Ferrocarriles de: Minas asturianas Arnao a Avilés (1836), Barcelona a Mataró (1848), Madrid a Aranjuez (1851), Játiva el Grao de Valencia (1852 a1854), Langreo a Gijón (primer tramo 1852).
En 1855 con la Ley de Ferrocarriles se modifican e impulsan los proyectos ferroviarios: Compañía Madrid a Zaragoza y Alicante MZA (1856), Alar de Rey a Reinosa (1857), Sociedad de Ferrocarriles de Almansa a Valencia y Tarragona (1862, anexión por la del Norte a finales del XIX), Compañía de Ferrocarriles de Tarragona a Barcelona y Francia (1875 hasta su fusión con la MZA a finales del XIX), Compañía de Caminos de Hierro del Norte (1858), Compañía de Ferrocarriles Andaluces (1877), Compañía de Ferrocarril Madrid a Cáceres a Portugal (1880), León a Gijón (1884).
Se integrarían en los FEVE (Ferrocarriles de Vía Estrecha): Sociedad de Ferrocarril Vasco-Asturiana (1899), Ferrocarriles Económicos de Asturias, XIX), Ferrocarril Carreño, Ferrocarril del Cantábrico, Ferrocarril Santander a Bilbao, La Robla (1894).
.Nueva legislación el Estatuto Ferroviario de 1924. Compañías de Ferrocarriles incautadas por la II República por el estado el 3 de agosto de 1936. Ley de Bases de Ordenación ferroviaria y de Transportes por Carretera 1941 dio lugar a la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles (1941).
Las carreteras en 1926 se aprobó por Real Decreto Ley el Circuito Nacional de Firmes Especiales que tenía como objetivo adaptar las vías al tráfico de vehículos automóviles para comunicar los principales núcleos de población. Mantenía el esquema de comunicación radial, el eje mediterráneo y el eje cantábrico
Aeródromos la primera explanada fue en Paterna Valencia (1909) y en 1914 casí todas las capitales y ciudades importantes contaban con campos llanos, pintados y sin árboles.
Hoy día se nos hace difícil comprender la distancia con condiciones meteorológicas adversas, pero que con los medios de transporte y las infraestructuras actuales incluso en algunas ocasiones vemos limitados nuestros movimientos. Valoremos las infraestructuras (vías de comunicación, estaciones, puertos, aeropuertos)y los medios de transporte (aviones, embarcaciones de pasajeros, ferrocarriles, vehículos de motor) tenían una red deteriorada, cuando no destruida por la guerra.