En los últimos años se han producido un sinnúmero de conflictos que se etiquetan apresuradamente como fundamentalistas y como terroristas. Me estoy refiriendo al norte y centro de África y al suroeste de Asia.
Eso si solamente Fundamentalistas islámicos, eludiéndose intencionadamente el fundamentalismo cristiano y el fundamentalismo judío. Tampoco se tienen en cuenta que las organizaciones armadas «terroristas» son las que no obtienen el visto bueno de las potencias postcoloniales, que en otros casos son consideradas como organizaciones que luchan por la libertad. Pero no acaba aquí el origen de los males de esos territorios, sino que las potencias postcoloniales intervienen sistemáticamente evitando la viabilidad social y política de los países-estados-naciones que ellas generaron.
Empiezo por el Este:
– Afganistán vive en guerra desde las intervenciones del imperio ruso (siglo XVIII), las guerras contra los ingleses (siglo XIX), la guerra contra los soviéticos (siglo XX) y las interminables guerras contra los «buenos occidentales» (siglo XXI). Recuerdo que un príncipe saudí llamado Bin Laden fue apoyado por los occidentales para frenar a los soviéticos en Afganistán. Años después se le clasifico como malo. Pero se le había alimentado, armado y potenciado desde los USA, de igual modo que se apoyó a los talibanes.
– Irán desde la revolución islámica en 1979 no ha sido vista con buenos ojos por los anglosajones, no sucedía lo mismo con los franceses (Jomeini exiliado en París), alemanes (adquisición de petroleo) y rusos. Hasta que no se ha visto el riesgo del desarrollo nuclear nadie ha querido mover ficha. Excluyo la guerra con Irak de los años ochenta, cuando Sadam aún era aliado de USA, Francia y los demócratas saudíes e invadió el satánico Irán, alerta no olvidemos tampoco el irangate o ventas de armas israelíes y estadounidenses a Irán.
– Irak fijate que le dieron los británicos la independencia en el año 1932, territorios tutelados del antiguo imperio otomano. No molesto mucho hasta que se decide a invadir Kuwait en 1990, territorio al que también dieron la independencia los británicos. La guerra contra Irán y las matanzas de kurdos no suscitaron grandes presiones internacionales, pero cuando vieron peligrar el petroleo y el riesgo en Arabia saudí se produjo la Tormenta del desierto y la clasificación como enemigo a batir. En 2003 se produce la invasión de Irak, recordemos al trío de las Azores. El comienzo del siglo XXI fue nefasto para este país y desde entonces hasta la fecha lo único que se ha producido es sangre y destrucción. Ahora toca la versión del Califato, hay un sello sunita ¿saudí? vinculado desde 2003 hasta 2014 a al Qaeda.
– Siria independencia del protectorado francés en 1946, es curioso que los franceses hicieron todo lo posible para que no fuese un estado que comprendiese el territorio de Líbano, Palestina, Siria e Irak. Resulta muy curioso que el nacimiento de los movimientos islamistas democráticos armados 2011 contra el gobierno sirio haya sido apoyado desde el primer minuto por Francia, Estados Unidos, Arabia Saudí e Israel. En la actualidad hay movimientos armados próximos a al Qaeda que son apoyados por los occidentales.
– Líbano independencia del protectorado francés en 1943. Inmerso en una guerra civil desde 1975 a 1989, con invasión israelí incluida. Actores los intereses israelíes, americanos y franceses contra el mundo islámico, excepto los suníes apoyados por los saudíes. Primero fueron los palestinos, después Hezbola milicia armada islámica mala y terrorista.
– Israel estado independiente desde 1948. Tiene mérito. Las grandes potencias no le exigen que desmantele su programa de bombas atómicas. La ONU en sus resoluciones condena la ocupación de Palestina, pero es como el chulo de la clase y no se da por aludido. Hace 48 años que tendría que haber salido de Gaza, Cisjordania y Jerusalen Este y se permite patrullarlo, disparar contra los habitantes palestinos y llamar terrorista a quién usa un cuchillo contra un tanque. El campo de concentración en que se encuentran los territorios ocupados es y seguirá siendo un nido de odio auspiciado por quién tiene el poder del terror, las armas, la capacidad de opresión y la complicidad de USA.
– Egipto de la dictadura a la revolución a la dictadura, un viaje de ida y vuelta. Es curioso el golpe de estado no fue criticado por occidente.
– Libia en 2011 movimientos contrarios a Gadafi se manifiestan en las calles. USA y Reino Unido bombardean, se van sumando las potencias postcoloniales y algún país del Golfo. Desde entonces hasta hoy reina la inestabilidad con presencia de movimientos armados islamistas.
Se podría seguir con Argelia, Tunez, Sudán, Niger, Chad, Mali, Mauritania, Nigeria, Somalia, Yemen …
Parece que la viabilidad de las antiguas colonias y «protectorados» no interesan a las potencias postcoloniales como estados viables. Las viejas potencias y las que tienen pretensiones resucitan la política de la cañonera, del comercio de armas, de los campos de concentración y de la cesión de la riqueza de sus territorios a las grandes empresas multinacionales.
Desde los despachos promueven hambre, desesperación y muerte de quienes pretenden ganarse el sustento cotidiano con su esfuerzo.